Juan estaba terminando la carrera de mecánica, se había podido comprar su primer auto usado, le gustaba mucho viajar en él con sus amigos y recientemente con su novia Paola.
La había conocido en una fiesta hacía cuatro meses, ella estudiaba derecho y se la pasaban muy bien. Una noche que iban por la ciudad saliendo de las oficinas de gobierno donde ella hacía sus prácticas Paola lo invitó a pasar unos días en las vacaciones en casa de sus papás en la sierra. Al principio lo dudó un momento, sonaba como un paso muy serio y no sabía si quería avanzar tan rápido en ese instante. Pero al final decidió que estaría bien, disfrutaba mucho estar con Paola y conocer un poco sobre su familia no estaría mal.
En el camino Paola le fue contando más a Juan sobre su familia, la familia tenía algunas tierras y sus dos padres se dedicaban al campo, principalmente a sembrar varios cultivos porque no les agradaba tanto la crianza de animales. La mayoría de la familia se encontraba en otro estado.
Eran casi las 5 de la tarde cuando llegaron, la región era muy bonita, parecía que el bosque llegaba a todos lados y había varios riachuelos y cascadas.
La propiedad se encontraba a un par de kilómetros de la carretera principal, un camino en muy buen estado conducía a la casa. Era una construcción muy vieja de un solo piso con paredes muy altas y ventanas rojas que resaltaban de la construcción con acabado de concreto, era un hogar humilde pero todo parecía muy bien ordenado.