Lo que le da miedo a los niños hoy


Mucho ha cambiado y los monstruos, brujas y animales salvajes ya no son lo que nos da más terror hoy.

Los niños han dejado de tenerle miedo a los lobos y otras criaturas que habitaban las pesadillas. Los monstruos que asustan ahora a los pequeños se llaman ataque terrorista, secuestro, huracán, guerra, disparos en un colegio, nadar en aguas profundas o enfermedades como el cáncer.

Los psicólogos advierten que se debe limitar su exposición a las noticias de tragedias

Por este motivo ya hay especialistas que están alertando a los padres sobre la necesidad de limitar la exposición a las noticias sobre tragedias emitidas en televisión. En parte también porque los niños de ocho años, por ejemplo, no distinguen entre realidad y fantasía por lo que son más vulnerables a sufrir pavor por culpa de las imágenes que impactan en sus ojos.

Aunque los temores infantiles varían según cada niño y las circunstancias que le rodean, por lo general suelen ser miedos universales que aparecen desde el primer año de vida: a los desconocidos, a las tormentas, a la oscuridad o a ciertos animales.

La lista  de los temores lo encabeza la posibilidad de ser raptado, seguido de los ataques terroristas, la guerra, los disparos y la muerte. Los autores, dirigidos por Joy Burnham, de la Universidad de Alabama, realizaron también un análisis de los miedos por edades. La investigación, publicada en el  ‘Journal of Counseling and Development’, pone de manifiesto también que quedarse embarazada o que alguna de las amigas más cercanas pase por este trance está en la lista de lo que más temen las chicas.

Pese a ello, “algunos miedos sí juegan un papel importante a la hora de infundir cautela y evitar así las consecuencias negativas de ciertos comportamientos de riesgo, como es el hecho de no usar preservativos para protegerse de las enfermedades de transmisión sexual o de los embarazos no deseados. Los temores, como la ansiedad, pueden ser herramientas muy motivadoras en determinadas ocasiones”, insiste el científico Burnham.

Aunque parte de la investigación se llevó a cabo con cuestionarios, los autores también solicitaron a 400 de los participantes que escribieran qué puede infundir, en su opinión, miedo a las personas de su edad. Como respuesta los estudiantes apuntaron hacia los abusos, las películas de terror, la existencia de un francotirador en una escuela o los accidentes de tráfico.

Otros temores, comunes a lo largo de la historia, relatados por los estudiantes fueron el pavor ante ciertos animales como las serpientes, temas relacionados con la religión o la espiritualidad y la muerte.

Los autores del trabajo recomiendan a los padres buscar ayuda en el caso de que la ansiedad y el temor se asocien a problemas de sueño como dificultad para dormirse o despertares nocturnos. Aconsejan también que tengan presente que los síntomas físicos, como los dolores de cabeza o de estómago, están relacionados con la existencia de problemas de ansiedad Tan importante o más que observar la sintomatología de los menores es que se ‘hable con los ellos sobre los acontecimientos trágicos, raptos o tiroteos, y les expliquen que estas cosas casi nunca suceden y les tranquilicen”, aconseja Burnham.

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Jesús Pérez

Siempre disfruto una buena historia de terror, biólogo con maestría en arte y amor por la obscuridad.

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