Es bien sabido que la celebración de la navidad tiene orígenes paganos, sobretodo en la Europa nórdica y germánica, donde se relaciona con la festividad del Yule. Se cree que durante esas fechas los espíritus están más activos, siendo uno de los más representativos el Krampus, del cual escribiré en otra ocasión. Sin embargo, en el folklore existen muchas otras criaturas igual de aterradoras, como la ogresa Grýla.
Grýla es uno de los seres más antiguos de la mitología islandesa, con menciones que datan desde el Siglo XIII, se dice que habita en una cueva en los campos de lava de Dimmuborgir junto a su marido Leppalúði , y que tiene la habilidad de saber qué niños se portan mal durante el año. Cuando empieza la temporada navideña Grýla visita los pueblos de Islandia en busca de estos niños para raptarlos y devorarlos hechos estofado.
Es importante aclarar que Grýla no siempre fue un espíritu navideño, de hecho, no fue hasta el Siglo XVII que se empezó a darle ese status, así como a relacionarla con los Yule Lads, volviéndose su madre.