El kappa es un yōkai (espíritu) del folklore tradicional japonés que habita en ríos y lagos.
Tiene una apariencia anfibia, mezcla de rana y tortuga, piel escamosa y membranas en los dedos, su característica más peculiar es la presencia de una especie de cuenco en el cráneo, el cual siempre debe estar lleno de agua cuando sale a la superficie.
Se dice que los kappas son espíritus traviesos, cuyas acciones van desde robar objetos de las casas y espiar a las mujeres, hasta ahogar a las personas y comerse a los niños; es por esto que en las casas japonesas existe la tradición de lanzar pepinos (su alimento favorito) a los ríos, con los nombres de los familiares escritos en ellos para evitar que los ahoguen o devoren.
También hay anécdotas de kappas benévolos que ayudan a los campesinos enseñándoles sobre medicina o regando los cultivos, incluso existen varios templos dedicados a kappas que ayudaron a las aldeas apagando incendios.
Existen dos maneras para defenderse de un kappa en caso de ser atacado, la primera es derrotarlo en un combate de sumo, ya que son aficionados de este deporte. Y la segunda, la cual es mucho más sencilla: hacerle una reverencia. Al ser criaturas que siguen el código de conducta japonés, se verán obligados a devolverla, ocasionando que se derrame el agua en sus cuencos craneales, la cual es la fuente de sus poderes y fuerza estando en tierra.
También se dice que tienen aversión al fuego, sésamo y al jengibre.